Las manualidades son una actividad muy común entre los niños y en adultos al ayudar a sacar al niño interior. Esta actividad tiene muchos beneficios cognitivos y emocionales.
También en los adultos se estimula el cerebro, potenciando y protegiendo la memoria, así como disminuyendo el riesgo de deterioro mental o cognitivo leve. Las actividades artísticas pueden disminuir el riesgo de deterioro cognitivo leve. Los individuos que pintaron, esculpieron, fotografiaron y dibujaron en la mediana y tercera edad tenían 73% menos probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo leve en comparación con quienes no lo hicieron. Los que practicaban manualidades redujeron el riesgo de demencia hasta un 45% frente a quienes no practicaron estas actividades.
Se asocian a esta práctica diversos beneficios emocionales:
- Disminuir el estrés, en diferentes sentidos.
- Ayuda a detener el curso del pensamiento y a poder desconectar de los problemas durante un tiempo.
- Facilita entrar en un estado de concentración semejante al Mindfulness obteniéndose una sensación de relajación y bienestar.
- También favorece un incremento de la autoestima, siendo una fuente de satisfacción ya que supone un reto ante el que esforzarse y poder superarse para conseguir el objetivo marcado.
- Aumenta la autoconfianza.
- Es una manera maravillosa de compartir tiempo de calidad con los hijos, en el que todos podemos enseñar y aprender estrechando los lazos de confianza, siendo una alternativa de ocio y entretenimiento muy saludable.